Por MIGUEL GRINBERG
Es fatigante
constatar la tendencia a denunciar, impugnar, protestar, reclamar y afines
por las eco-barbaries que se cometen día tras día.
Es asimismo
deprimente verificar que todo queda apenas en eso, en la REACCION CONTRA
situaciones que por cierto son canallas, pero que pese a las reacciones de
condena siguen repitiéndose sin cesar.
El ambientalismo
reaccionario es a menudo reflejado por la prensa, en especial cuando se
producen situaciones como la reciente en el Artico cuando Greenpeace enfrentó a
las petroleras rusas. Pero todo termina en glosa inocua y adorno verde.
Preguntemos
enconces: ¿quién genera alternativas?
Hay por cierto data
en la Red Social
sobre permacultura, pueblos en transición, biorregionalismo, cultivos
orgánicos... pero en circuito cerrado, con escasa potencia generativa a
nivel masivo.
¿Donde se debate
comunitariamente lo que es preciso poner en el lugar de lo que no queremos que
suceda? Entretanto, los fenómenos extremos destructivos se multiplican sin
pausa en el globo terrestre. Decenas de miles de personas sucumbirán si esa
carrera suicida no se revierte.
Algunos ya hablan
sobre repoblación de pueblos abandonados.
«No intentes
cambiar un sistema, construye uno nuevo que haga que el anterior se vuelva
obsoleto». - BUCKY FULLER
Ser
"naturales" no significa negar los avances de la tecnología y la ciencia.
Implica fluir en dirección del orden natural de las cosas, en vez de
desbaratarlas y/o interferirlas.
El libro NUESTRO FUTURO INDÓMITO por Miguel Grinberg (ed. Ciccus) resume varios de estos dilemas.
Es preciso repensar muchas cosas. Y también rescatar una vasta gama de sabidurías antiguas. Asimismo, la re-ruralización urbana, y volver a la tierra, junto con los conocimientos y tecnologia de la que se dispone, permitirá fusionarse generativamente con los conocimientos de las buenas gentes que aún quedan en los pueblos.
Reinventar es la consigna.
El libro NUESTRO FUTURO INDÓMITO por Miguel Grinberg (ed. Ciccus) resume varios de estos dilemas.
Es preciso repensar muchas cosas. Y también rescatar una vasta gama de sabidurías antiguas. Asimismo, la re-ruralización urbana, y volver a la tierra, junto con los conocimientos y tecnologia de la que se dispone, permitirá fusionarse generativamente con los conocimientos de las buenas gentes que aún quedan en los pueblos.
Reinventar es la consigna.